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Escrito por el personal del Instituto de Estudios sobre las Américas, UNC Chapel Hill

Los residentes de la isla de Ocracoke pueden conectar su historia a muchas partes del mundo. En marzo, la comunidad de Ocracoke dió la bienvenida a un grupo de visitantes de la Universidad de Chapel Hill (UNC por sus siglas en inglés) quienes aprendieron sobre las conexiones de la isla con Latinoamérica, como parte de una clase que examina el cambio demográfico en Carolina del Norte. Casi la mitad de los O’cokers tienen ascendencia latinoamericana, con fuertes conexiones con el estado de Hidalgo, México.

De izquierda a derecha: Hannah Gill, Meaghan Coogan, Charles Temple, Marisa Carlton, Sophie Therber, Analuz Carrillo, Keylen Renteria, Laura Villa Torres, y Sarah Blanton

El grupo de UNC consistió de siete estudiantes y dos integrantes de la  clase llamada “Patrimonio y migración en Carolina del Norte” que forma parte del plan de Estudios Latinoamericanos y utiliza la historia oral como método de aprendizaje primario. El grupo de UNC pasó la semana del 9 de marzo con estudiantes de secundaria en las clases de Charles Temple en la Escuela Ocracoke en el Centro para el Avance de la Enseñanza de Carolina del Norte, las instalaciones escolares temporales y la antigua Estación de la Guardia Costera. Juntos, los estudiantes de Ocracoke y UNC aprendieron sobre los métodos de historia oral y cómo llevar a cabo un proyecto de entrevista familiar que explore las raíces ancestrales. También aprendieron sobre historias orales de miembros de la comunidad de Ocracoke en la Sociedad de Preservación de Ocracoke, el Museo Core Sound y la Iniciativa de Historia Oral Nuevas Raíces en UNC, que cuenta con un archivo en línea de historias de inmigrantes en el estado. La iniciativa Nuevas Raíces organiza talleres bilingües de historia oral con organizaciones comunitarias y escuelas en Carolina del Norte. Los estudiantes de UNC disfrutaron especialmente de su visita con el historiador local Philip Howard, quien compartió varias historias increíbles sobre la Guardia Costera y las tradiciones de sobrevivencia de la comunidad de Ocracoke.

El historiador local Philip Howard comparte sobre sus esfuerzos recogiendo historias de la comunidad con el grupo de UNC.

Los estudiantes de UNC también presentaron una sesión de información bilingüe sobre la preparación universitaria en la tarde del 11 de marzo en la escuela Ocracoke a la que asistieron más de cincuenta padres y estudiantes. Estas experiencias y la capacidad de hacer conexiones personales tuvieron un impacto en el aprendizaje de los estudiantes de UNC. Sarah Blanton, una estudiante de doctorado que participó en el viaje compartió: “Una noche durante nuestro viaje, la comunidad de origen latinoamericano de Ocracoke se unió para escuchar las presentaciones de los estudiantes de UNC sobre cómo navegar el sistema de admisión a la la universidad. Este fue el momento más significativo del viaje para mí, ya que pude escuchar a mis compañeras de clase y amigas compartir sus experiencias recientes sobre este proceso. La importancia de compartir historias y generar confianza en las comunidades fue evidente.” El grupo de UNC invitó a los estudiantes de Ocracoke a la universidad de UNC en Chapel Hill, con la esperanza de devolver la cálida bienvenida que recibió en la isla (varios estudiantes han hecho un seguimiento para organizar dichas visitas después de COVID).

De izquierda, Analuz Carrillo, Sophie Therber, Sarah Blanton, Keylen Renteria, Meaghan Coogan, Marisa Carlton, and Mary McKnight en el Centro NCCAT.

El grupo también aprendió sobre los efectos del cambio climático, el clima extremo y el desplazamiento después de la llegada del huracán Dorian el año pasado. Quedaron impresionados por la fuerza de los miembros de la comunidad que han trabajado juntos para limpiar los escombros, encontrar viviendas para las personas sin hogar, reiniciar los negocios locales y navegar por los complicados procesos federales y estatales de asistencia para el desastre. Hannah Gill, la maestra del grupo de UNC, observó cómo el personal y los estudiantes de la Escuela Ocracoke están trabajando arduamente para mantener los esfuerzos de aprendizaje en un lugar provisional. “Realmente apreciamos cómo el personal escolar y los maestros hicieron un esfuerzo adicional para acomodar a nuestro grupo además del trabajo que ya están haciendo para abordar las necesidades de los estudiantes y reconstruir la escuela después del huracán”. La estudiante de posgrado de UNC Keylen Renteria destacó cuánto aprendió sobre la construcción de la comunidad y la respuesta a la crisis de los residentes de Ocracoke: “El viaje de Ocracoke fue una oportunidad increíble. Aprendí cómo esta comunidad pudo dejar a un lado sus diferencias y trabajar juntos como familia en tiempos difíciles. Una comunidad como ésta es en la que aspiro a vivir algún día”.

La Directora Asistente de la Escuela Ocracoke McKnight dando un recorrido de los esfuerzos de reconstrucción de la escuela.

Durante la visita, los miembros de la organización local sin fines de lucro Ocracoke Alive organizaron una cena para el grupo de UNC para que pudieran aprender cómo nació el Festival Latino anual comenzó hace varios años para honrar y celebrar la herencia latinoamericana de la isla. El Festival se canceló el otoño pasado después de que el huracán Dorian destruyó el Teatro Deepwater, un espacio comunitario. Marisa Carlton, una estudiante de pregrado en el viaje estaba entusiasmada con el valor educativo de esta experiencia: “Poder reír, bailar y compartir historias con personas que acababa de conocer me mostró qué era Ocracoke y realmente fue lo más relevante de mi viaje. En clase, estamos aprendiendo sobre la importancia de las entrevistas de historia oral. Esto impactó mi aprendizaje porque vi directamente la importancia de las historias orales y cómo al compartir nuestras historias se puede crear solidaridad e influir en los demás”. El otoño pasado, el grupo de UNC y el Instituto para el Estudio de las Américas colaboraron con Ocracoke Alive para solicitar fondos de ayuda para desastres para reparar el Teatro Deepwater. Juntos, obtuvieron una Subvención para el Proyecto de Recuperación de Desastres. Este financiamiento viene del Centro de Servicio Público de Carolina del Norte, del Fondo de Ayuda para Desastres en la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill. El monto total fue de $ 4,600.

Por otro lado, el financiamiento para el viaje de UNC fue posible gracias a una subvención del programa Humanities in the Public Good, el Programa de Aprendizaje de Servicio APPLES, el Instituto de Estudios sobre las Américas (ISA por sus siglas en inglés), y el Centro de Iniciativas Globales de UNC Chapel Hill. La clase, “Migración y patrimonio en Carolina del Norte” es parte de los estudios latinoamericanos del ISA en UNC Chapel Hill. Para obtener más información sobre la clase o los talleres bilingües de historia oral de Nuevas Raíces, comuníquese con la Directora Asociada del ISA, Hannah Gill, hgill@email.unc.edu.

Miembro del personal de UNC y académica de salud pública, Laura Villa Torres participa en una entrevista con Peter Vankevich en la estación de radio comunitaria de Ocracoke WOVV 90.1 FM.
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